Uno de los graves errores que cometen muchas personas, normalmente por desconocimiento, es la adquisición de amplificadores de sonido en vez de Audífonos.

Audífonos solamente en Centros Auditivos reconocidos. Deben ser adaptados tras realizar la correspondiente evaluación auditiva.

Si al desconocimiento de las personas que sufren pérdidas de audición unimos la poca profesionalidad de algún comerciante nos vamos a encontrar con un desastre ya que en vez de solucionar el problema auditivo lo vamos a agravar.

Durante años, y debido a la permisividad de las autoridades y a la "mala conciencia" de algunas casas comerciales se han estado vendiendo amplificadores como si fueran audífonos cuando los primeros son simplemente aparatos electrónicos y los segundos son productos sanitarios.

Es frecuente que a los Centros Auditivos acudan personas que han puesto sus esperanzas de escuchar mejor en amplificadores y el efecto conseguido ha sido que su salud auditiva ha empeorado además de llegar a creer que sus dispositivos son iguales que los audífonos. A estas personas se las tiene que convencer que han sido "engañadas" por unos efectos milagrosos que no se producen ya que los amplificadores no sirven como audífonos sino todo lo contrario, son precisamente "no recomendados" para personas con pérdidas de audición.

Según recoge la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) los Audífonos son productos sanitarios que amplifican y procesan sonidos y destinados a compensar pérdidas auditivas. Mientras que los Amplificadores son dispositivos electrónicos destinados a amplificar el sonido ambiente y destinados a personas sin deficiencias auditivas.

A esta diferencia tan clara debemos unir que los Audífonos siempre se deben adaptar a cada una de las personas que lo van a portar ya que precisamente se han diseñado para que sean válidos tras realizar las revisiones audiológicas y pruebas audiométricas correspondientes.

Existe otra diferencia que es lo que, en muchas ocasiones, hace a las personas decidirse por un amplificador, y es el precio. Aquí debemos ser claros: ¿para que queremos gastar un dinero en algo que nunca nos va a servir?. Comprar un Amplificador por parte de personas con pérdida de sensibilidad auditiva siempre es un error porque es un dinero que siempre va a ir a la basura por lo que se convierte en un gasto absurdo.

Desde este Blog queremos hacer un llamamiento a las empresas fabricantes y comercializadoras de amplificadores para que dejen claro en sus etiquetajes que sus aparatos no son válidos para personas con discapacidad auditiva. Es cierto que muchos si que lo nombran, pero no de un modo destacado.

Le invitamos a que se evalúe la audición en cualquiera de nuestros Centros Auditivos de Sevilla y Huelva